jueves, 9 de septiembre de 2010

La creación del mundo según los ch´oles



Los ch´oles o choles, son un grupo indígena que pertenece territorialmente a la familia maya. Los cholanos de antaño ocuparon una franja que se extendía desde el oriente de Tabasco, pasando por el norte de Chiapas, la selva lacandona, el sur de Petén y de Belice, hasta el oriente de Guatemala y el occidente de Honduras, formando un arco regional conocido como “la Media Luna cholana”. Aquí se presenta la imagen de una familia chol zapatista.

La creación del mundo se adjudica a Ch’ujutat (ch’uj: sagrado y tat: padre), quien dejó descender un cordón umbilical unido a él y que al penetrar en las profundidades dio la vida, surgió la tierra, que en principio era más blanda que el agua, más ligera que una nube, era casi como el viento; pero el viento se convierte en nube, la nube en agua, el agua en lodo y el lodo en tierra. Una vez que la tierra ya tiene consistencia, Ch’ujutat crea a doce hombres gigantes, los chumte’ winik (chumte’: pilar, winik: hombre), con el propósito de cargar la tierra. Después de esto fueron creados otros chumte’ winik, también fuertes y gigantes, pero tan sabios que prescindieron del creador, por esta razón Ch’ujutat mandó la lluvia hasta que la tierra se inundó. Algunos de estos hombres y algunos animales lograron salvarse subiendo a las puntas de los árboles.

Fue después de esta catástrofe cuando surgieron las rocas y los cerros. Los chumte’ winik sobrevivientes se convirtieron en monos. La tierra comienza a producir vegetación, la primera planta es ñox pimel (ñox: vieja, pimel: hierba). Tiempo después, el creador forma dos niños para vivir en la tierra bajo su cuidado. Éstos descubren una cueva en la que sólo uno de ellos se adentra. El niño toca una piedra y ésta se convierte en tigre (como se llama localmente al jaguar). El animal, agradecido, sigue al niño, pero cuando su hermano lo ve con el tigre, se llena de envidia y odio, y lo mata. Más tarde, tres zopilotes intentan comer el cadáver, pero accidentalmente lo lanzan a la laguna. El tigre rescata a su amo, lo lame para secarlo, y éste logra revivir.

Desde entonces hombre y tigre no se separan, el tigre llamó Xän ok (xän: andar, ok, pie) a su amo, y éste Wäy (espíritu, compañero-animal) a su tigre. Cuando Xän ok llega a la edad xinte’ (media vida), descubre que necesita una compañera, pero antes de tenerla debía pasar duras pruebas. Xiba’ (el demonio) resguardaba a Ixic (mujer), pero con la ayuda de su tigre logra vencer a Xiba’. Ch’ujutat le entrega a Ixic, después de acabar con el hermano malo, quien haciéndose pasar por Xän ok exigió diez mujeres. Así pues, Ixic y Xän ok son los ña’al, los progenitores.

Tomado de: Alejos García, J. y Martínez Sánchez, N. E. (2007). Ch´oles: pueblos indígenas del México contemporáneo. México: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas .pp. 40-41. Disponible en: http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=16&Itemid=65&mosmsg=Est%E1+intentando+acceder+desde+un+dominio+no+autorizado.+%28www.google.com.mx%29

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